La visión de su fundadora y creadora, Cristina Prunés, consiste en rodear de ilusión el momento en el que se entrega una joya de diamantes, y eso implica crear con sabiduría y también con conciencia garantizando que cada pieza y los diamantes que la componen proceden de una cadena en la que han primado los principios de calidad y ética. 

El perfecto equilibrio entre el saber artesanal de sus artesanos y una visión más contemporánea del diseño. El resultado es un catálogo brillante en todos los sentidos, en el que conviven diseños de joyería exclusivos y piezas de formas inéditas.

Prunés selecciona cuidadosamente las gemas y diamantes de sus proveedores para ​asegurar que cumplen con el estándar de calidad superior del mercado. Los diamantes de todas sus piezas reúnen las condiciones del Tratado de Kimberley (Sistema Internacional de Certificación para el comercio internacional de los diamantes no procedentes de países de conflicto). La firma integra un servicio de gemología con profesionales titulados oficialmente con una larga experiencia y especializados en diamante.

Las piezas de Prunés con diamantes a partir de 0,20 ct se acompañan de un ​certificado del diamante expedido por organismos acreditados y reconocidos internacionalmente (GIA, HRD, IGI, JORGC u otros).