⁃ ¿Cuál es tu rasgo más distintivo?

Diría que mi capacidad de síntesis y composición, mi compleja sensibilidad y mi perseverancia. Poseo una curiosidad insaciable y siempre estoy tratando de aprender cosas nuevas y obtener nuevos conocimientos. ¡Soy una fábrica de ideas! Siempre estoy reflexionando, dialogando y observando.

⁃ ¿Qué talento te gustaría tener?
Creo que ya poseo unos cuantos; a fin de cuentas, soy una artista multidisciplinar que escribe, fotografía, ejecuta, diseña y compone visualmente... Así que pedir algo más quizá sea demasiado. Pero, por ejemplo, hay algo que se me resiste y que jamás he conseguido realizar con acierto: tocar un instrumento musical. Soy muy torpe para eso.

⁃¿Cuál es tu mejor fuente de inspiración?
Las personas y su propio universo. También la naturaleza, las historias y todo aquello que me rodea. Creo que un artista está siempre en contacto con la inspiración, incluso cuando no lo desea, porque todo puede traducirse de manera artística, hasta lo más cotidiano.

⁃ ¿Cuál es tu joya fetiche?
Me fascina el mundo de la joyería desde un punto de vista artístico. Me encanta observar las piezas e imaginar el exquisito y complejo proceso de trabajo detrás de ellas. Personalmente, tengo cierta predilección por las pulseras y los anillos, aunque a veces me fascino con otras piezas, como los pendientes de diamantes Melody, de la colección de Prunés. Son tan delicados, exquisitos y originales en su exhibición, que me roban el corazón. Me gustan aquellas piezas que trascienden lo habitual aunque tengan un alma eterna.

Habitualmente, siempre llevo conmigo una cadenita de oro en la muñeca, que fue un regalo de mi madre hace muchos años. Es algo sencillo, pero me encanta observarla y saber que siempre está conmigo y que me apoya en todo lo que hago.

- Tu proyecto soñado es…

Después de haber publicado cinco libros de poesía ilustrados y de lanzarme ahora con la edición de mi primera novela, "Mudanza", mentiría si no dijera que me encantaría ver esa historia en la gran pantalla. Sueño con darle forma y convertirla en imágenes. ¿Quién sabe? Mientras la escribía, me la imaginaba como una película... Y confío en que eso suceda algún día. Tiempo al tiempo. Me gusta soñar a la grande.